Tomado de: https://ncdalliance.org/
La pandemia de COVID-19 ha echado luz sobre muchas inequidades profundas en la salud, como por ejemplo la experiencia de vida de los hombres con ENT. Los problemas de salud que afectan a los hombres ya no pueden pasarse por alto
.
Estos comportamientos están, a su vez, fuertemente influenciados por las normas de género masculino. Aunque la masculinidad toma diferentes formas en diferentes momentos y lugares, hay algunas características clave ampliamente compartidas, a veces denominadas "La Caja de la Masculinidad" (‘The Man Box’). Normalmente se espera que los hombres sean independientes, autosuficientes, físicamente fuertes y heterosexuales; tener destreza sexual, actuar con dureza y usar la agresión para resolver conflictos. Los hombres que están más firmemente dentro de la "Caja" tienen muchas más probabilidades de poner en riesgo su propia salud.
Una respuesta de género a las ENT
La naturaleza de género de las ENT requiere una respuesta de género. Algunas soluciones importantes "de género único" para todas las personas, como las medidas de control del tabaco, benefician a los hombres en mayor proporción porque son los más afectados por estos comportamientos de salud a los que se dirigen. Pero las intervenciones que tienen en cuenta las normas de género masculino también son esenciales.
Hoy hay una buena base de evidencia que apunta a la efectividad de las intervenciones basadas en el género dirigidas a los hombres, ya sea que se realicen en línea, en lugares de trabajo, en comunidades locales o en estadios deportivos. Los Fanáticos del fútbol en entrenamiento (Football Fans in Training) son un buen ejemplo de un programa de "estilo de vida", en este caso, para el control de peso, que utiliza el fútbol para enfocarse específicamente a los hombres. Con sede en clubes de fútbol profesionales escoceses, ha logrado una participación significativa y ha resultado en una serie de resultados positivos.
A nivel estructural, se necesitan medidas para mejorar la alfabetización en salud de los hombres a través del currículo escolar, los medios y las campañas de información específicas. El uso de los servicios por parte de los hombres puede mejorarse mediante cambios que los alineen mejor con el tipo de vida de los hombres, por ejemplo, introduciendo horarios de apertura más flexibles para los servicios de atención primaria que faciliten la asistencia de los trabajadores a tiempo completo. La formación profesional en género también es esencial.
Las políticas de salud dirigida a los hombres también pueden centrar la atención y tener un efecto que agilice el desarrollo de servicios para la salud de los hombres. Hasta ahora, cuatro países (Australia, Brasil, Irán e Irlanda) han introducido políticas nacionales de salud masculina y la Oficina Regional de la OMS para Europa ha publicado una estrategia de salud masculina para sus 53 estados miembros. Las políticas no son una panacea, pero la evidencia apunta a que logran impactos positivos. Un análisis de la política de Brasil descubrió que la promoción de la paternidad y las consultas prenatales como entradas para involucrar a los hombres ha sido particularmente efectiva.
Construyendo una cultura de promoción de la salud de los hombres
Acerca del autor
Peter Baker es el Director de Acción Global sobre la Salud de los Hombres (Global Action on Men’s Health), una organización benéfica internacional de salud de los hombres. Peter también es Director de Campaña para HPV Action, la organización que comandó una de las campañas más exitosas para la vacunación contra el VPH con perspectiva de género para niños y niñas en el Reino Unido. Es miembro de la Royal Society for Public Health y miembro del equipo editorial de International Journal of Men’s Social and Community Health. Puedes seguir a Global Action on Men's Health en Twitter en @Globalmenhealth y conocer más en www.gamh.org.
Enlace original: https://ncdalliance.org/es/news-events/blog/g%C3%A9nero-covid-19-y-ent-la-vulnerabilidad-de-los-hombres
27 abril 2020