Tomado de: Salud Doctissimo
Un reflejo de la evolución de la sociedad. La adicción al sexo se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los psicólogos. Un documento da a conocer más detalles sobre este comportamiento que sigue siendo tabú y que afecta hoy en día a un nuevo grupo de población: jóvenes expuestos a la pornografía a muy temprana edad. Panorama sobre esta búsqueda variada y desenfrenada del placer.
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Ser adicto al sexo no es algo nuevo. El profesor Krantz, alcohólogo, lo definió por primera vez como una sexualidad «fuera de control» y de tipo adictivo. Aunque el fenómeno no tenga nada de reciente, sí hay que tener en cuenta nuevos factores. La forma en que nos comportamos ha evolucionado, y la población a la que afecta es ahora más joven. «Cada vez hay más jóvenes entre 20 y 25 años que se declaran adictos al porno en Internet, lo que les acarrea problemas, ¡porque no cuentan con herramientas suficientes para desenvolverse en la realidad!», observa el psicoanalista Jean Benoît Dumonteix, especialista en adicción al sexo.
¿Sexo como escapatoria?
El culto al rendimiento en nuestras sociedades, a lo que se suma la hipersexualización ambiente, es uno de los factores que contribuyen a la adicción al sexo. Entre la competitividad en el trabajo y las exigencias de los códigos amorosos o parentales, la necesidad de refugiarse en un espacio protegido, fuera de la realidad, ha pasado a ser un acto reflejo. «Según parece, algunos han sobrepasado en gran medida su umbral de resistencia a las emociones negativas, y, además, no disponen de los medios necesarios para enfrentarse a ellas», analiza el psicoanalista.
Por otro lado, nuestra sociedad ultrasexualizada no deja de apretar el botón «start» de la máquina de la sexualidad. En la calle, los carteles, las pantallas, las revistas… siendo directos, pero realistas, ¡el culo está por todos lados! «Actualmente, introducirse en el camino de la sexualidad se revela, para algunos, como la solución «fácil» y eficaz, en el sentido de que el acto sexual va acompañado de un índice de satisfacción que suele ser inmediato e intenso», observa Jean Benoît Dumonteix. ¿Y qué es lo que sucede? Que al ser de corta duración, hay que recurrir a él en repetidas ocasiones.
Atrapado en las redes de la adicción al sexo
¡La ciberdependencia sexual está en pleno apogeo! La adicción se concentra en torno al consumo de imágenes de carácter pornográfico, discusiones X en las webs de citas y el recurso a la cámara web... en caso de afinidad. Se ha adueñado de ese mercado jugoso, auténtico paraíso del sexo, donde cada vez acapara más la oferta. Con la llegada de la banda ancha y gracias a un acceso bastante económico, casi han desaparecido los obstáculos a las experiencias sexuales.
Fuera de la pantalla, la adicción también entra en contacto con la realidad, por supuesto. En eltop ten de las prácticas sexuales los primeros puestos los ocupan los encuentros iniciados en Internet y las visitas a clubes de intercambio y otras salas dotadas de cabinas para consumo inmediato.
Adictos al sexo desde los 20 años
«En el consultorio del psicólogo, los jóvenes cuentan que suelen consumir porno más de una vez al día; lo que comporta consecuencias respecto a las dificultades que encuentran para asociar la sexualidad a las emociones reales», comenta Jean Benoit Dumonteix.
Parece que la adicción ha conquistado un nuevo tipo de población: los que tienen entre 20 y 25 años. Al estar alimentados de porno, encuentran grandes obstáculos para identificar los comportamientos «límites» en la vida real. El resultado es que suelen optar por mantenerrelaciones sexuales con varias personas a la vez, como si la fase «one to one» no fuese interesante. El credo más actual en materia de sexo: extremo y en repetidas ocasiones.
Liberación, consumo y adicción
En una época en la que «consumir sexo» se ha convertido en algo usual, incluso recomendable, se plantea la cuestión de dónde están los límites. ¿En qué momento se puede afirmar que estamos liberados o que nos hemos convertido en consumidores o adictos? Respuesta del experto entrevistado por Doctissimo: «El consumo de sexo no cabe, bajo ninguna circunstancia, en el marco de una relación plena entre dos individuos. Parte de la premisa de que uno de los miembros de la pareja es un objeto de placer, y no un actor en un encuentro sexual».
En cuanto a la adicción, no se trata en absoluto de una versión exagerada de una forma delibertinaje por amor al sexo. Se trata, en todos los sentidos, de una dependencia; al mismo nivel que la dependencia al alcohol. Va acompañada de un sufrimiento psicológico, junto con la sensación de pérdida de control, que suele generar una imagen negativa de uno mismo, y el miedo a no poder ponerle fin.
En conclusión, Jean Benoît Dumonteix se torna formal: «Es posible conseguir salir de ese círculo vicioso». Lo más importante es empezar por ser consciente, sobre todo porque, si el sexo se vive en exceso, lo más habitual es que el amor no forme parte del juego...
C. Maillard
Enlace original: http://salud.doctissimo.es/mente-sana/adicciones/adicciones-sexuales/adictos-al-sexo-una-droga-dura.html
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